Todo negro

Un tipo con pinta de albañil entra al Críper cubierto de polvo y pide un botellín, que la camarera le sirve mientras se va a lavar las manos. Luego, se lo bebe tranquilamente y le dan varios ataques de estornudos entre medias.

Cuando se va, la camarera se fija en que allá donde ha apoyado los brazos ha dejado una marca negra, de modo que, gracias a los estornudos, toda esa zona de la barra se ha quedado oscurecida.

Mientras lo limpia, se pregunta cómo se habrá lavado las manos.

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