Cuando la camarera entra, helada de frío, su compañero se acerca algo preocupado.
-Ese tipo lleva ahi un buen rato sentado sin pedir nada y no sé qué hacer.
Ella decide encargarse del asunto, pero antes de que pueda decir nada, el tipo le dice:
– ¿Me pones un vaso de agua?
La camarera se lo pone y le dice:
– ¿No vas a tomar nada?
– No, gracias.
– No puedes estar aquí sin consumir nada.
– Estoy consumiendo -dice señalando al vaso de agua.
– Eso no es consumir, es gorronear.
-Tu jefe me deja.
– ¿En serio? Pues entonces no te importará que le llame para comprobarlo…
Va al almacén a por el móvil y oye la puerta cerrarse. El tipo se ha marchado.