Archivo por meses: septiembre 2014

Mentiras

Un señor robusto entra al Críper y pregunta:
—¿Dónde está el baño, por favor?
—Es sólo para clientes —dice la camarera. Repite tantas veces esa frase todos los días que parece un mantra.
—He estado aquí hace cinco minutos —protesta él.
—Difícilmente, dado que yo llevo aquí veinticinco y ha estado vacío desde entonces.
—Que sí. Estuve sentado en esa mesa —señala a la última— y tomé una caña. Y un café —añade al ver que ella no cambia de expresión.
—En esa mesa —finge dudar ella.
—Sí.
—Qué curioso. Está justo al lado del baño. ¿Cómo es que no sabías dónde estaba?
El tipo enrojece y se larga sin decir una palabra más.

Lobeznos

Un tipo con cara de mala leche entra al Críper, se pide una caña y la paga al instante. Antes de que la camarera le pregunte qué quiere de picar, dice:

—Quiero unos lobeznos para acompañar.

—Nosotros sólo tenemos lo que ves por aquí —ella señala todos los aperitivos que hay a lo largo de la barra, porque nunca ha oído hablar de eso.

—Vamos, que no tenéis lobeznos. ¡Pues vaya mierda bar! ¡Todos tienen lobeznos!

—Mire, qué quiere que le diga, yo no sé ni lo que son —que ella sepa, lobeznos son los cachorros del lobo y el x men, pero no una comida.

—Pues menuda mierda camarera estás hecha. ¿De dónde te han sacado?

—Oiga, si va a empezar en ese plan mejor se larga —dice ella. Por suerte, hace poco que ha empezado su turno y su paciencia no se ha agotado todavía.

—No, si lo que digo. Encima una maleducada —se gira y se va, despotricando.

—¿Qué le pasaba a ese? —pregunta otro cliente, que entraba en el momento que el exaltado se iba.

—Nada, que venía con ganas de bronca y ha empezado a meter gresca porque no tenemos lobeznos.

—¿Lobeznos? —la camarera asiente, encogiéndose de hombros—. ¿No querría decir torreznos?

—¿Y eso qué es?

—Cortezas —el cliente señala a la bandeja donde están, situada justo enfrente de donde el otro se puso a gritar. Definitivamente, el tipo tenía ganas de discutir.